¡Cuántas veces he escuchado"esto del cooperativo ya se hacía antes"!. Y también eso de "en mis clases los alumnos hacen muchos trabajos en equipo". Muchas son las ideas erróneas sobre el cooperativo. Y las que os he citado antes son un pequeño ejemplo de ellas.
Para empezar, es evidente que el enfoque cooperativo en un aula no es un invento nuevo. Hace muchos, muchos años, cuando los docentes dirigían sus clases con mano férrea tal como los capitanes dirigen sus barcos, ya existían maestros que, sin ponerle nombre a su forma de manejar el aula y de dirigir el aprendizaje de los alumnos, eran "maestros cooperativos".
Otra idea interesante, que debemos rebatir es pensar que el enfoque cooperativo del aula como una mera organización de tareas para realizar en equipos o grupos de trabajo. Un aula cooperativa no es un aula que trabaja en equipo. No necesariamente. Nuestra aula puede ser cooperativa y no realizar un trabajo en equipo tal y como se entiende tradicionalmente.
En esta lista de ideas equivocadas, no puede faltar la siguiente: el cooperativo no es un parche que podemos utilizar cuando no nos encajan determinadas actividades o cuando no sabemos que hacer. El cooperativo es el enfoque que el docente le da a su aula, a como organiza los alumnos, los contenidos, las actividades, en definitiva, todo. Así pues, podemos estructurar nuestra docencia cooperativa de una manera más o menos simple, pero, si somos docentes cooperativos lo somos de manera global.
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