Si queremos conocer o profundizar sobre las diferencias existentes entre ABP e Instrucción directa, hay muchísima literatura científica, artículos u opiniones disponibles en la red. Ya que esta publicación trata de hacer una breve comparativa, he intentado sintetizar las ideas principales de análisis en las siguientes en torno a cuatro ejes:
Creo que revisando los elementos de participación, autenticidad, cooperación y acompañamiento podremos ver las diferencias entre ambas metodologías de trabajo en el aula.
Voy a empezar por el ACOMPAÑAMIENTO, función que realiza el profesor o profesora. En este caso la instrucción directa supone una acción de dirigir, controlar y supervisar el trabajo que se marca a los alumnos en el aula. En cambio, el acompañamiento que aparece en el ABP, implica que el profesor pasa a un segundo término, en el que supervisa para orienta, dirige para establecer criterios y pautas en las que se va a desarrollar el aprendizaje de los alumnos, y muy importante estará al lado de sus estudiantes para ayudarles a aprender, para motivar y para dar una evaluación formativa eficaz que mueva a los alumnos a avanzar y a afianzar su aprendizaje.
Con la AUTENTICIDAD me refiero a qué aprendizajes se están realizando y de qué manera impactan en el alumnado. Un aprendizaje auténtico, tiene interés para el alumno, le motiva a la indagación, a hacerse preguntas, al análisis. Genera un impacto significativo en el aprendizaje del estudiante que hará que este perdure en el tiempo. En la instrucción directa, se trabaja en el aula lo que está predefinido. A partir de un currículo fijo y estable, el docente se centra normalmente en los contenidos a impartir y no en los resultados de aprendizaje a alcanzar. Y con ello se separa de los centros de interés del alumnado. En un ABP, el objeto del proyecto deberá tener conexión con la realidad social, con el entorno de los alumnos, con problemas que les preocupan... son múltiples las opciones, pero siempre conectadas con la realidad.
La PARTICIPACIÓN de alumnos y profesores se invierte. Si tradicionalmente, en una instrucción directa, es el profesor el actor principal, quien lleva la voz cantante la mayor parte del tiempo de docencia, será en un ABP , el alumnado quién sea el protagonista y el profesor "actúe" en determinados momentos: dar pequeñas instrucciones directas, coordinar equipos, asesorar, realizar evaluaciones individuales para reconducir conductas o trabajos. Por otro lado el alumnado se dedicará preguntarse, aportar ideas, analizar, construir, coordinarse con el equipo, prototipar... son muchísimas las tareas en esta metodología.
Y por último, la COOPERACIÓN. La he dejado la última porque la considero uno de los elementos más diferenciadores entre ABP e Instrucción directa. La relación entre compañeros, y en especial el trabajo cooperativo marcan la diferencia entre un grupo y un equipo. Y no está presente en una instrucción directa, en la que prima la instrucción unidireccional del profesor y la realización de tareas individuales por parte de los alumnos. Si no se promueve la cooperación entre los alumnos no generaremos aprendizaje entre iguales, que es una de las clave de que el aprendizaje perdure en el tiempo.

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